



Reconozco cierto rubor ante lo que plantea una historia indefinida, perdida en los andurriales de psicología familiar y dominical, para más señas. En ningún momento tuve la bendita sensación de saber el destino de tanto ingrediente absurdo, nunca precibí el propósito de engarzar situaciones tan mal dibujadas, con un trazo de personajes que roza lo ridículo. Pude acariciar -incluso manosear- la impresión de que Espinosa no sabe o no es capaz de transmitir emociones, ni contando con el grupo de actores más esforzado. Pero lo más deplorable es tener la impresión de ver dos películas en una, apenas comunicadas por arterias finísimas, tan frágiles que impiden dar coherencia a un relato desde el principio endeble. Cuando creemos que el goteo de romanticismo generacional inundará la pantalla de sentimentalismo de manual, la cosa deriva a la terapia de
grupo con mensaje. La superación de obstáculos personales y afectivos se convierte en excusa fácil de unas escenas aburridas, enamoradas de su propio azúcar moralista, casi pueriles. Mala escritura por sensacionalista, por destilar buen rollo e inyectarlo al personal sin apósito. Mata la ingenuidad por sobredosis, sobre todo en una secuencia final de sonrojante resolución.

Me arriesgo a sonar frívolo, pero hubiera sido más transgresor, una pizca más gamberro y todo lo incorrecto que pueda imaginarse usar la deficiencia psíquica para hacer comedia de la buena, con su crítica acerada, su valiente parodia, su micción fuera del recipiente. Por contra, se adopta un molesto tono de condescendencia para encauzar vaivenes emocionales ya conocidos por todos, apenas distorsionados por la tozudez musical del protagonista y el retardo mental como motor de parte de la acción. El resultado es un blando, correoso y artificial catálogo de metas por perseguir, íntimas batallas que librar por aquéllo de la felicidad.
Es decir, lo de siempre hecho con bastante menos estilo y sutileza. A la vergonzosa secuencia de la masturbación conjunta con los discapacitados me remito.

8 comentarios:
¿Nos hallamos ya ante una de las peores películas del año? Otros dos colegas que la han visto también salieron echando pestes...
Es lo más estomagante y estúpido que he visto este año, y mira que he visto cosas...es una peli con pretensiones de solidaridad apestosa, rancia, para niños de campamento de verano (y ni eso), con una moralina que provoca alguna náusea, estuve a punto de irme, pero aguanté...
Pues a mí un amigo me habló bien de esta película, pero yo aún no la he visto. También mencionó eso de "inclasificable", y eso me resulta siempre atractivo. Aunque después de leer tu comentario, creo que me pensaré si gastar mi tiempo en verla... ¿Tan mala es?
Saludos!
Cuando pretende ser graciosa, el humor brilla por su ausencia. Cuando se pone serio-reflexiva-moralista, es tal el chute de bondad concentrada, de excelentes propósitos empaquetados que parece una tomadura de pelo. Además, cuenta con todos los ingredientes para indigestar: irritante voz en off, música melódica...Pero lo más grave es que nunca sabes qué dirección toma, qué te quiere contar este tal Espionosa, a quien sus propias luchas contra la enfermedad (tuvo cáncer y le falta una pierna)parece haberle hecho tanta mella que parece querer transmitírnosla a nosotros...eso si, sin gracia ni carisma. Es lo más olvidable que he visto últimamente.
La verdad es que el título ya echa para atrás... Ya no sé si es por la moda del cine independiente, pero encuentro muchos films que de pretenciosos intentando abarcar muchos géneros, acaban en tierra de nadie.
¡Una que me ahorro, Tomás! Que la vida es muy corta para perderla Espionosa!
¡1 saludo y gran crítica!
PD:¿Qué tal Berlín?
vaya... entonces quello de "la intención es lo que cuenta" no va con esta película, me temo... aún así hay algo que me dice..."ve a verla..." no sé, no sé...
abrazos!
yo me lo pasé genial viendo esa peli! da muy buen rollo, y hacía tiempo que no me reía tanto... es todo menos olvidable. estoy de acuerdo con la crítica de la guia del ocio, el país y el mundo: este espinosa es sincero y tiene un cine especialmente singular. Envidio el que no la ha visto, me encantaría repetirla.
Marcos
Sobre este Espinosa fue la historia en la que se baso otro bodrio, Planta Cuarta, de uno de los directores mas torpe e indigestamente bienintencionados, Antonio Mercero... creo que con morir Chanquete tuvimos bastante todos... Buf, no la pienso ver ni borracha. Que los ojos se gastan. Bis bald!
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